Resumen:
Poco diferencia a unas personas de otras una vez alcanzada la última etapa natural de la vida. La vejez acaba unificando todos aquellos rasgos físicos que alguna vez pudieron diferenciarnos, pero también pone de manifiesto la ausencia de los recuerdos más actuales.
Un escultor cordobés, José Manuel Belmonte, ha llevado a cabo una serie de esculturas a tamaño real en alegoría del “recreo” en el que se encuentran los que han alcanzado la etapa antes mencionada, quedando únicamente el ocio y la memoria de la niñez.
En sus declaraciones al diario El Mundo, el artista declara “Cuando somos mayores, volvemos a ser niños”. Hace referencia al retorno de todos aquellos recuerdos de la infancia producido por el Alzheimer, quedando en algunos casos como única opción la vida contemplativa, o incluso llegando a alcanzar un estado de ausencia en un mundo para ellos más cómodo y seguro.
Estas obras son iconos del paso del Alzheimer, en forma de escultura poética, mostrando una serie de cuerpos que, aunque vivaces, sucumben al desgaste del tiempo.

http://www.elmundo.es/elmundo/2011/04/09/andalucia/1302368133.html
Iván Ribera